texto y foto Smart CFO
Esta semana un estudio del Centro de Comercio Internacional reveló que un 55% de las pequeñas y medianas empresas a nivel mundial dijo estar «gravemente afectada» por la actual crisis, y un 20% teme declararse en bancarrota en menos de tres meses. A raíz de esto, Gabriel Vergara, Gerente General de Smart CFO, empresa de asesoría administrativa y financiera, entrega recomendaciones y alertas para aquellos empresarios que necesiten acceder a créditos o alguna medida de inyección de liquidez inmediata para subsistir.
En primer lugar, el ejecutivo asegura que los créditos Covid-19 son sin duda los más convenientes hoy, ya que tienen una tasa de interés muy baja (0,29% mensual promedio), además de otorgar seis meses de gracia para comenzar a generar los flujos necesarios para pagarlos. Esta medida beneficia a pymes y personas naturales con inicio de actividades productivas, que cumplan con los requisitos básicos de elegibilidad y que tengan ventas anuales de hasta un 1mm de UF.
«Si se tiene un crédito vigente en el banco donde se obtiene el financiamiento con garantía estatal, dicho crédito entra en una fase de “periodo de gracia obligatorio” por 6 meses. Ambos efectos permiten liberar mucho las necesidades de efectivos de corto plazo, ayudando a las pymes a destinar el 100% de la caja a su operación», indicó Vergara.
Segundo, es importante tener claro si la empresa será capaz de pagar el crédito en el futuro. Para ello, recomienda hacer una sencilla estimación de los flujos de caja para las próximas semanas, considerando tanto la condición actual como una situación posterior probable. Esto, ya que, si el nivel de ventas está complicado y no hay oportunidad de revertirlo, no es aconsejable endeudarse debido a que no podrá pagar el crédito y podría incluso perjudicar a los socios de la empresa.
«Tampoco es recomendable endeudarse porque sí, algo que muchas pymes han hecho con los créditos Covid. Si mi caja está sana y el negocio va bien, no hay que sobre endeudarse; ese crédito se tendrá que pagar en el futuro, e implicará desembolso de plata que se podrían haber evitado», agregó el profesional.
Respecto a qué debe tener en consideración una pyme al solicitar un crédito, indica que hay que prestar atención, además de la tasa que ofrece el banco, a las comisiones, seguros e impuestos. Dichos conceptos en la mayoría de los casos son incluidos en el monto prestado. La opción es fijarse en el CAE (costo anual equivalente), lo cual representa la tasa de interés efectiva que se va a pagar; también otra forma sencilla es fijarse en la cuota mensual que se va a pagar, y elegir por este ítem.
Para terminar, en relación con la correcta administración de estos fondos, el experto financiero indica que los créditos se podrían clasificar en dos, según sus fines; para capital de trabajo, en que se busca financiar el día a día, debido a que la cobranza de las ventas se da en forma posterior a los gastos y compras que deben realizar las empresas (descalce de flujos); y para inversiones de largo plazo, por ejemplo, compra de equipos. En estos casos se espera que las inversiones comiencen a generar flujos constantes en el futuro, no de forma inmediata. La recomendación es destinar los fondos de los créditos para una de las situaciones planteadas, y no para fines que no están claros de antemano. «Una buena práctica es invertir, o sea guardarlos en un Fondo Mutuo de bajo riesgo, depósito a plazo o en alguna cuenta corriente sin uso, así se pueden utilizar cuando se requiera capital de trabajo o pagar esa inversión en equipo o desarrollo, en función de lo pactado con el proveedor», afirmó finalmente Gabriel Vergara, CEO de Smart CFO.