por María Isabel Chandia fotos Sebastián Vivallo
La cita será encabezada por la actual directora ejecutiva de ONU Mujeres, la sudafricana Phumzile Mlambo-Ngcuka, y como anfitriona ejercerá quien la antecedió en ese cargo, la presidenta Michelle Bachelet.
Líderes de los sectores político, social, económico y ciudadano se darán cita en Chile el próximo 27 y el 28 de febrero en la cumbre ONU Mujeres, que abordará los avances y rezagos del acceso femenino al poder.
Y es que el acceso a condiciones igualitarias y a posiciones de poder en distintos ámbitos de la vida privada y pública sigue siendo un asignatura pendiente para la gran mayoría de los países a nivel mundial.
Por eso, la cita en Santiago se centrará en la experiencia de mujeres que han logrado convertirse en líderes a pesar de los obstáculos que persisten, en mayor o menor grado, en la sociedad moderna.
Según la ministra del Sernam Claudia Pascual, indicó que esta situación se refleja en casos concretos como la demora que tuvieron en su tramitación parlamentaria leyes como la que sanciona la violencia intrafamiliar y la que tipifica como delito el feminicidio.
Por ello, la funcionaria sostuvo que se pretende cambiar este panorama a través de recientes reformas que ha impulsado el Gobierno de Bachelet.
Una de ellas es la incorporación de un sistema de cuotas en las candidaturas al Congreso que asegure una participación de postulantes mujeres de entre un 40 % a un 60 %.
Algo similar ocurre con la participación de las mujeres en el área de toma de decisiones económicas, donde según Pascual la presencia femenina es aún más baja que en los ámbitos político y social.
«Por eso nuestro objetivo es buscar que a fines del mandato del actual Gobierno la representación de mujeres en los directorios, al menos de empresas públicas, bordee el 40 %», indicó Pascual.
Otro de los proyectos de género clave para la administración de Bachelet es el que plantea la despenalización del aborto en tres casos específicos.
La iniciativa, que fue enviada a trámite al Congreso a fines de enero y que desde ya ha desatado polémica, apunta a permitir la interrupción del embarazo en caso de riesgo de vida de la madre, inviabilidad extrauterina del feto y violación.
Actualmente en Chile, el aborto es ilegal bajo cualquier circunstancia.
«Este es un debate que queremos asumir con mucho respeto, donde no queremos imponer ninguna posición, porque sabemos que es complejo y remite a las distintas convicciones de las personas. No queremos imponer sino, más bien, abrir opciones», precisó Pascual.
«Hoy no hay ninguna opción en nuestro país, porque el aborto por cualquier razón es considerado un delito», agregó.
La ministra detalló que tanto el proyecto de despenalización del aborto en casos específicos como otras iniciativas del Gobierno se enmarcan dentro de una visión más amplia de avanzar en la creación de espacios de igualdad y de mayor autonomía de las mujeres en su toma de decisiones.
«Por ejemplo, el programa de Gobierno también va a asumir algo que todavía no es ley y que es que las mujeres que están casadas en régimen de sociedad conyugal puedan ser también administradoras de sus bienes patrimoniales», dijo.